Toma nota de estos trucos, tus pies te lo agradecerán.
Para ablandar las durezas, algo tan común ahora en verano, y que afean tanto los pies prepara en un barreño una mezcla de agua tibia e incorpora aceite de romero y sal gruesa; introduce los durante 10 minutos, cuando lo hayas hecho pásate bien las durezas con una piedra pómez insistiendo en la zona de los talones, aclara bien con agua tibia y después hidrátalos.
Para exfoliar los pies puedes usar un exfoliante casero para ello, mezcla una buena cantidad de sal gorda con aceite de romero o de oliva, hasta que se haga una pasta, y aplícatelo dando un buen masaje.
Aprovecha la ducha para pasar la piedra pómez a tus pies, debes hacerlo todos los días, así no darás tiempo a que se te durezas, y después empapa un algodón en aceite de oliva y déjalo actuar unos 20 minutos, mientras aprovecha para leer o simplemente relajarte, cuando retires el aceite, frótalos con medio limón, pero muy importante, no lo aclares, déjalo que haga efecto toda la noche.
Y si quieres un extra de suavidad y belleza en tus pies calienta un litro de leche e introduce tus pies 15 minutos. Acláralos con agua fresquita y sécalos muy bien. Después mezcla 1/2 taza de sal gorda con 1 /3 de aceite de oliva y masajea bien los pies. Aclara y hazte la pedicura tus pies habrán quedado perfectos, es hora de lucir tus sandalias.
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